¡Cotilleando historia!
El Cotillo de San Antón es uno de los más de veinte barrios que posee la Ciudad de Plasencia. Con mucha historia a sus espaldas, ya sabéis que nos encanta saber y aprender siempre cosas nuevas y desconocidas. Además, como podréis leer más adelante, muy relacionada con nuestro Pimentón de La Vera DOP.
De la mano de Montaña Domínguez, de Oeste Natura, el domingo 27 de noviembre, nos sumergimos en un paseo entre jardines y monumentos que guardan mucha historia y, gran parte de ella, desconocida para los propios placentinos. Nos dimos cita en la Fuente Rosa. Conocida así, por estar construida con cuarzo rosa, traído de canteras de la zona de La Oliva. Esta fuente se encuentra en el Parque de San Antón que, junto con el Parque de la Rana, el de la Coronación y el de los Pinos, vertebran el mayor pulmón verde de la Ciudad. Entre charla y curiosidades de su historia, la Fuente nos sirvió como punto de partida para una extensa ruta que nos llevaría alrededor de dos horas y en la que, como veréis, aprendimos cosas curiosas.
Nuestra primera parada, apenas a unos metros, fue en una de las dos estatuas que alberga el Parque de San Antón. En este caso, la del gran poeta Jose Mª Gabriel y Galán, quien siendo de orígenes salmantinos, fue un defensor y promotor del Castúo( dialecto extremeño) en su poesía. Utilizó el castúo para capturar la autenticidad y la esencia del habla popular de la región. A través de su escritura, buscaba reflejar la realidad y las tradiciones de la vida rural en Extremadura, y el uso del dialecto contribuyó a darle un carácter más auténtico y cercano a sus poemas.
Dirigimos nuestros pasos hacia uno de los grandes monumentos placentinos, el Acueducto medieval, que no romano, como algunos piensan. Tenía como objetivo abastecer agua, proveniente de las sierras de Cabezabellosa y El Torno, a través de un sistema de tuberías de barro que se conectaban a diferentes manantiales. El trazado de estas tuberías todavía se puede observar a lo largo de la Dehesa de Valcorchero, hasta llegar a las cercanías de Plasencia. En la zona donde se encuentra actualmente el Hospital Virgen del Puerto, se transformaban en una estructura de sillería granítica, que se dirigía hacia un depósito desde el cual se distribuía el agua a las fuentes públicas de la ciudad.
En la actualidad, se conservan 55 arcos del acueducto, la mayoría de ellos se encuentran en la zona de San Antón. Esta área debe su nombre popular, “Arcos de San Antón”, a una iglesia que existía dedicada a este santo. El acueducto tiene una longitud aproximada en este tramo de 300 metros y alcanza una altura máxima de 18 metros. Está compuesto por pilastras anchas y sólidas, así como arcos de medio punto con dovelas prácticamente regulares.
Os animamos a dar un paseo y a buscar la siguiente inscripción, tallada en uno de los arcos que hay en el parque ¿Sabríais decirnos en cuál?
Justo antes de abandonar el Parque, nos acercamos a la segunda estatua que alberga: la del Marqués de La Constancia, Don Calixto Payans y Vargas. Un monumento erigido a su persona, por su labor en la enseñanza y sus obras sociales, al que fue fundador del Colegio de Huérfanos que aún lleva su nombre.
Entre la piedra del Acueducto a un lado y el verde de los jardines a otro, pusimos rumbo al barrio del Cotillo de San Antón, uno de los más elevados de la Ciudad y el cual alberga la Plaza de Toros y otro elemento muy muy singular.
El Cotillo de San Antón está construido sobre lo que fue la Cantera del Pilar. Una cantera molar, es decir, que estaba dedicada a extraer piedras para los molinos de harina en sus primeras épocas, hace ya siglos. Este tipo de piedras, a partir del descubrimiento de América y la aparición de nuestro Pimentón de La Vera DOP, también pasó a usarse en la molienda del mismo, obteniendo ya entonces la calidad del polvo extrafino y aromático que lo caracteriza.
Esta cantera molar es única en nuestra Región y es la única de España que se sitúa dentro de suelo urbano. En ella, podemos encontrar aún, tanto las muelas que quedaron inconclusas en la roca, y que no fueron terminadas, como los huecos que dejaron en el granito otras tantas, que sí cumplieron su cometido.
Su extensión no se limita tan sólo al pequeño promontorio rocoso que en la actualidad es un pequeño parque. Si no que su extensión abarcaba mucho más, casi la totalidad del barrio. Y es que, en la actualidad, se encuentra formando parte de los cimientos de las casas y edificios de la zona, como pudimos observar callejeando entre los pisos del Barrio.
Una cantera molar activa durante siglos que, a buen seguro, y debido a la calidad de su granito, surtió a decenas de molinos harineros y pimentoneros de toda Extremadura. Patrimonio que tenemos ahí mismo, y que muchas veces pasa desapercibido, pero cuya importancia ha hecho que sea incluida la Carta Arqueológica de Plasencia, en el “Atlas des carrières de meules de moulins en Europe” publicado por el Laboratoire de Recherche Historique de Rhônes-Alpes, del CNRS en Lyón.
Admirando estas piedras y siendo conscientes del enorme esfuerzo que tuvo que suponer el tallar y sacar estas muelas, seguimos deambulando por el Barrio. Sus calles y las pequeñas obras de arte que sus propios vecinos han construido, se reflejan en edificaciones tanto placentinas como de la arquitectura tradicional extremeña, como por ejemplo, esta pequeña réplica de una casita que hay en el estanque del Parque de Los Pinos.
Como podéis observar, la historia, el patrimonio y otras cosas curiosas, no sólo están en el Centro de las ciudades. Por eso, os recomendamos que conozcáis el Cotillo de San Antón. Sin duda, un paseo por sus calles y su cantera os va a gustar. Ya abandonando el Barrio, pusimos nuestros pies rumbo al Parque de Los Pinos. Visita fugaz, ya que se nos hacía tarde, y teníamos otras dos actividades más, y apenas tiempo para conocer su historia, de la cual quizá os hablemos en otra ocasión…
Esperamos que os haya gustado, y os esperamos en breve. Ya sabéis que #SomosPimentoneros
