¡Bravura y Pimentón!

El domingo, 3 de enero de este año y, como parte de nuestras actividades, nos reunimos en Plasencia con la Asociación Taurina de Jaraíz de La Vera. A pesar de la mañana nubosa y lluviosa, nos aventuramos a realizar la visita. El autobús nos recogió y nos dirigimos hacia Finca de Los Baldíos, en Oliva de Plasencia, hogar de la renombrada Ganadería Brava de López Gibaja.

Nueva actividad de nuestro Festival Sensaciones Pimentón de La Vera DOP, con la que hemos querido conocer de primera mano el mundo del Toro, en su apartado de cría y crecimiento.

La ganadería de Antonio López Gibaja es el resultado de la pasión y el deseo de su propietario por crear un proyecto ganadero exitoso. Desde su temprana edad, López Gibaja ha estado involucrado estrechamente en el mundo de la agricultura y la ganadería, desarrollando un profundo conocimiento y amor por estos campos.

La finca “Los Baldíos” se convirtió en el hogar de la ganadería de López Gibaja, un lugar donde se cuida y cría con dedicación y excelencia al ganado de lidia. El compromiso con la calidad y la tradición se refleja en cada aspecto de su labor ganadera. Desde la selección y cuidado de los animales, hasta la preservación del entorno natural en el que viven, se pone un énfasis especial en garantizar el bienestar de los toros y el respeto a su entorno.

El esfuerzo y la dedicación de López Gibaja han sido reconocidos en el mundo de la ganadería brava, siendo admirado por su pasión y compromiso con la crianza de toros de lidia de calidad. Su experiencia y conocimiento, acumulados a lo largo de los años, han contribuido al prestigio y reconocimiento de su trabajo.

A nuestra llegada, mientras esperábamos a que el tiempo mejorara, disfrutamos de un ágape compuesto por productos extremeños. El jamón, queso, chorizo y morcilla contribuyeron a que la espera fuese más amena y nos prepararon para la aventura que nos esperaba.

Finalmente, cesó el agua y nos subimos a los tractores y remolques especialmente preparados para nuestra visita. Comenzó el recorrido por la finca, donde tuvimos el privilegio de observar de cerca a los imponentes toros, vacas y novillos que conforman dicha ganadería.

A escasos metros de distancia, pudimos apreciar su majestuosidad y fuerza, dejándonos sorprendidos. No en vano, una experiencia como ésta no se tiene todos los días.

En cada parada, el Mayoral nos explicó el día a día de la ganadería: los cuidados y el trabajo que implica mantener y preservar estas magníficas especies. Cada detalle nos acercaba más a la esencia de esta apasionante labor. Incluso el fundador del Hierro, que llegó esa mañana, se acercó hasta nosotros para darnos la bienvenida y tener unas palabras sobre le Ganadería.

Durante nuestro fascinante recorrido por la finca, tuvimos el privilegio de adentrarnos en el mundo de la ganadería brava y presenciar de cerca la imponente presencia de los toros, las vacas y los novillos que conforman la ganadería de Antonio López Gibaja. A medida que nos acercábamos a ellos, podíamos sentir su poderosa energía y apreciar su majestuosidad y nobleza.

A escasos metros de distancia, encontrarse con la poderosa mirada de estos magníficos animales, es algo que impone. ¡Os lo aseguramos!. Era evidente que estábamos presenciando la esencia misma de la tradición taurina. Esa que está arraigada en la historia y que ha sido transmitida de generación en generación.

Cada uno de ellos exhibía una personalidad única, reflejo del cuidado y la dedicación que reciben. Era asombroso ver cómo convivían en armonía en su entorno natural, disfrutando de amplios espacios y cuidados especiales, que les permiten desarrollarse plenamente.

La visita culminó conociendo sus instalaciones: los corrales y la plaza de tienta. Un lugar emblemático, donde los animales son probados y donde grandes toreros han dejado su huella. Allí tuvimos la oportunidad de conocer al fundador de la Ganadería, así como a su hijo, quienes nos brindaron información adicional, nos mostraron las instalaciones y nos dedicaron su libro “Nada sucede sin ser antes un sueño”.



La experiencia fue inolvidable. El contacto directo con los animales en su medio y conocer a las personas que dan vida a esta ganadería, os aseguramos que nos encantó. Lejos de debates taurinos o antitaurinos, podemos deciros que fue algo que no se olvida fácilmente, al conocerlo en persona.

Las ganaderías desempeñan un papel crucial en la conservación, mantenimiento y explotación sostenible de la Dehesa. Son guardianes de un ecosistema único, preservando la biodiversidad y garantizando la coexistencia armoniosa entre la fauna, la flora y el ser humano. Además, contribuyen al desarrollo económico y social de las regiones donde se encuentran.

En fin, una “experiencia” pimentonera, os lo aseguramos. Desde aquí, agradecer tanto a la Ganadería como a la Asociación Taurina de Jaraíz de La Vera, por habernos permitido conocer desde dentro el mundo del Toro y su nobleza.

¿Cuál será nuestra siguiente visita? Lo dejamos en incógnito… En unos días, aquí: en Sensaciones Pimentón de La Vera DOP, más noticias…

#SomosPimentoneros

Las cookies nos permiten ofrecer nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies. Más información.