¡Tarde de Domingo!

Retomamos nuestro “Domingo Completo” del que ya os hablamos a principios de este mes de febrero, para abordar el medio día y la tarde de actividades que lo completaron.

Tras las visitas a Cáparra y a Granadilla, pusimos rumbo a un tipo de visitas de las que más nos gustan: la de las Fábricas de Pimentón de La Vera DOP. En concreto, fue a la de Pimentón Santo Domingo, en Aldeanueva del Camino. Es un lugar con solera, de esos en que te sientes como antaño, en un edificio de construcción tradicional. No en vano, se fundó a principios del Siglo XX y desde entonces, no ha parado de producir y distribuir Pimentón por todo el mundo. Seguimos atentos las explicaciones de su responsable desde una selección de semillas, un cultivo cuidado y una recolección en su momento óptimo. Hasta llegar al pimiento secado al humo, siguiendo los cánones que marca la Denominación de Origen, cómo llegan a obtener tras las distintas moliendas en sus molinos, el polvo rojo que tantas satisfacciones nos produce.

Supimos de cómo hace años, en la zona existieron varias fábricas dedicadas a la producción de Pimentón; de cómo fue un importante cultivo en la zona y cómo, poco a poco, sólo han quedado tres fábricas en la zona del Alagón: dos en Aldeanueva del Camino y una en Riolobos.

Las especiales características del Alagón, unidas al proceso de siembra, recolección, secado con humo y elaboración, siguiendo las directrices de la Denominación de Origen, hacen que estén acogidas a la misma.

A pesar de los avances tecnológicos, Santo Domingo mantiene la maquinaria de toda la vida, que sigue funcionando a pesar de los años, produciendo el Pimentón de calidad que llega hasta nuestras mesas. Lo hacen en todo tipo de formatos: latas y bolsas de distintos tamaños para el consumidor, y sacos destinados a la industria alimentaria y chacinera, para producir esos embutidos que, gracias al Pimentón, adquieren su sabor y las propiedades de conservación.

Al igual que sucediera el año pasado, ese olorcillo de la Fábrica nos abrió el apetito, y nada mejor que ponerle remedio. Para ello, y sin salir de Aldeanueva del Camino, dirigimos nuestros pasos hasta la Posada Tres Mentiras. Un Hotel Rural encantador que, aunque es de nueva construcción, en su arquitectura se han aprovechado materiales y recursos de la zona, para crear un alojamiento único, en una gran parcela y con una decoración interior basada en mobiliario tradicional, que hacen que la estancia sea muy agradable.

Después de conocer las instalaciones, pasamos a ocupar nuestros sitios para empezar a comer, ya con ganas de degustar las elaboraciones que nos tenían preparadas, entre mármoles y murales con motivos romanos. Mientras llegaban las viandas, un buen rato de conversación pimentonera hizo más amena la espera. La Posada es conocida por su cocina tradicional y elaborada con productos de proximidad y de calidad, y contando con una buena selección de caldos en su bodega, siendo el trato afable y familiar.

Los paseos de la mañana nos dieron hambre… ¡claro está! Y además, la última actividad del día también requería de la reposición de fuerzas, para ver a los protagonistas de la misma. Así que, las Croquetas, Torta con Pimentón y Patatas Revolconas que empezaron a llegar a nuestras mesas, desaparecieron como por arte de magia. Y la contundencia de las Carrilleras y delicadeza del Pescado llenaron nuestras panzas, rematando la faena con un espectacular postre de chocolate, nata y Pimentón.

Con esa sensación del buen yantar y tras una breve sobremesa, tocaba ir a ver a los ilustres visitantes del Norte que, por estas fechas y como cada año, llegan a nuestra Tierra: Las Grullas.

Aves esbeltas, de largo cuello y altas patas, crían en el norte de Europa . Y llegadas estas fechas, migran hasta las Tierras Extremeñas en busca de mejores temperaturas para pasar el invierno. Nuestras tierras de cultivos y dehesas, las proveen de la alimentación necesaria para su invernada, y los cielos se ven cortados por sus características formaciones en V en sus vuelos.

Las capacidades de vuelo de estas aves son extraordinarias. Pensad sólo en el viaje que realizan desde las tierras del norte; por lo que las distancias no son un problema para ellas. Así, hacen kilómetros todos los días desde sus zonas de descanso “dormideros”, hasta las tierras donde se alimentan. Todo ello nos iba siendo desgranado, mientras a orillas del Pantano de Gabriel y Galán, en voz baja y sin montar mucho escándalo, esperábamos ansiosos su llegada a la caída de la tarde.

Mientras estábamos absortos, conociendo más sobre ellas, comenzamos a escuchar el característico trompeteo con el que arman un buen escándalo cuando llegan a su dormidero. Es algo mágico y que os recomendamos que no os perdáis. El cielo a la caída del día, grupos de grullas llegando desde distintas direcciones, el silencio del entorno… es una experiencia que deberíais vivir sí o sí.

Relajados y con un estupendo cierre a un domingo en el que disfrutamos de lo lindo, ya sólo nos quedó volver a nuestros destinos, con otro pedazo de experiencia más en nuestras mochilas pimentoneras.

¡Atentos! Que pronto regresamos con más historias de Sensaciones…

#SomosPimentoneros

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