¡Al-mofrag!

Así denominaron, según algunos autores, los árabes a estos parajes y cuya traducción significa “El Abismo”.  La naturaleza extremeña, claro está, es algo que nos vuelve locos a los amantes del Pimentón de La Vera DOP

Y qué mejor manera de adentrarnos en ella, sentirla y disfrutarla, que con una Ruta en 4×4 a cargo de nuestros Amigos de Viendo Verde, que se la conocen como la palma de su mano.

La verdad es que no nos extraña que los árabes en su paso por estos lares, cuando aún no se había llegado al año 1000, lo bautizaran con ese nombre. La imponente visión desde su Castillo, los cortados de cuarcita y pizarra y lo encajonado de los ríos Tajo y Tiétar, en su discurrir del este al oeste, debieron dejarles impresionados.

Ya desde nuestra salida de Plasencia, Alejandro, de Viendo Verde, no paró de explicarnos todos los aspectos relacionados con Monfragüe. Y así, entre la Historia, Geología, su Fauna, o su Flora, entre charla e intercambio de impresiones, nos plantamos en el Parque sin darnos cuenta.

En esta ocasión entramos desde Plasencia, pasando por Villarreal de San Carlos. La mañana, aunque con buen tiempo, se levantó con las características brumas y nieblas omnipresentes en el Parque a horas tempranas. Así que, fuimos directamente al Salto del Gitano, para ver a sus principales inquilinos: los Buitres Leonados, que empezaban a levantar sus vuelos con las primeras corrientes térmicas, en cuanto el sol hacía acto de presencia. En Monfragüe podemos ver, a lo largo de sus cuatro estaciones, gran variedad de especies animales, desde rapaces como el Buitre Negro, el Buitre Leonado o el Águila Imperial Ibérica; hasta mamíferos como el zorro, el jabalí y el ciervo. Además, es un lugar privilegiado para observar aves, ya que cuenta con una gran cantidad de especies que anidan en sus riscos y acantilados. Es impresionante ver cómo las aves planean majestuosamente por el cielo.

Las corrientes térmicas son corrientes de aire ascendente que se generan por la diferencia de temperatura entre el suelo y la atmósfera. Estas corrientes son utilizadas por los buitres para elevarse y planear en el aire, ya que les permiten mantenerse en el aire sin necesidad de batir las alas.

Los Buitres Leonados inician su vuelo desde una posición elevada, una roca o un árbol o, como en este caso, desde sus nidos y posaderos en la mole cuarcítica de Peñafalcón. Desde allí, buscan las corrientes térmicas ascendentes y se colocan en su interior para subir sin apenas esfuerzo. Con su gran envergadura y sus alas anchas y planas, los buitres aprovechan las corrientes térmicas para elevarse a grandes alturas, a veces hasta 3.000 metros sobre el nivel del mar.

Una vez que están en el aire, pueden planear durante horas sin apenas batir las alas. Para desplazarse en una dirección determinada y a grandes distancias, utilizan este aprovechamiento para viajar y buscar su alimento, basado en cadáveres de fauna salvaje y ganado.

En definitiva, el vuelo de los Buitres Leonados, aprovechando las corrientes térmicas, es una auténtica maravilla de la naturaleza. Su capacidad para elevarse y planear en el aire de manera tan eficiente y elegante es una muestra de la adaptación y especialización, que han desarrollado para sobrevivir en su entorno natural. ¡Que no se os olviden unos prismáticos en vuestra visita!

A pesar de que poco a poco la bruma fue levantando, no lo hizo suficientemente como para subir al Castillo y poder observar el Parque en prácticamente toda su extensión. Así que, decidimos poner rumbo hacia los Saltos de Torrejón que embalsan las aguas del Tiétar y del Tajo, para su aprovechamiento hidráulico.

Volviendo sobre nuestros pasos, dejamos atrás Villarreal de San Carlos. Tomamos el cruce a los embalses, por una carretera estrecha y sinuosa, flanqueada a la izquierda por, lo que otrora fue la zona plantada de eucaliptos y ahora repoblada, y a la derecha, alcornoques y encinas que bajan hasta las orillas del Tiétar. La bruma todavía se agarraba a las Sierra, y los rayos de sol que se filtraban entre las nubes, creaban un efecto de luz impresionante. Verde y plata, con el dorado del sol, nos ofrecieron una paleta de colores que os aconsejamos no os perdáis en vuestras visitas al Parque.

Parada obligada antes de llegar al poblado de los Saltos, y prismáticos en mano, nos pusimos a escudriñar el horizonte, en busca de otro de los protagonistas de Monfragüe en la época otoñal…


Y… ¡apareció! Un precioso ejemplar de ciervo a nuestro lado. Paciendo tranquilamente en esta mañana de noviembre, buscando brotes frescos y las bellotas de la montanera para saciar su apetito. En su época de celo, con los primeros días del otoño, nos ofrecen el espectáculo de la Berrea, en la que los machos braman y se enzarzan en enconadas luchas, por tener su grupo de hembras con las que perpetuar la especie. Un evento que cada año atrae cada vez a más público y, que unido a un aumento en la densidad de ejemplares en el Parque y Fincas aledañas, hace que sea realmente fácil avistar ejemplares como éste de las fotos que os mostramos.

Por muy entrañables que nos puedan parecer, y la proximidad y confianza que tienen con el ser humano, tenemos que recordaros que son animales salvajes. Por lo que debemos evitar alimentarlos con pan u otros elementos, ya que con ello, no les hacemos ningún favor. Sólo conseguiremos con ello, que pierdan el miedo ancestral que nos tienen, y que puede hacer que sean presas fáciles de cazadores. Además del peligro que supone el acercarnos a un ejemplar como el de la foto. El cual, en un arranque repentino, puede causarnos importantes lesiones con su cornamenta. Las fotos de este Venado están realizadas desde el 4×4 y con un teleobjetivo

Después del buen rato que nos brindó nuestro invitado, seguimos rumbo a la zona de la báscula, remontando el río Tiétar con intención de realizar una breve parada en una de las casetas de observación cercanas a la Portilla, para disfrutar de unas viandas pimentoneras.

Nos hubiera gustado hacer una parada en la Portilla del Tiétar, otro de los emplazamientos perfectos para la observación en el Parque, y quizá, haber visto los duelos entre el Águila y algún Buitre por los mejores posaderos y zonas de nidificación. Pero ya íbamos un poco justos de tiempo para nuestro próximo destino: la Entidad Local Menor de San Gil. Algo que ya os narraremos en otro de nuestros posts.

Poco nos resta ya que contar. Pero hay algo que es importante destacar: como visitantes, tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar el patrimonio natural. Debemos asegurarnos de no dejar basura, no hacer fuego y no molestar a los animales. Debemos ser respetuosos con el medio ambiente y seguir las normas del Parque. De esta forma, podremos disfrutar de la belleza de la naturaleza y garantizar su conservación para las generaciones futuras.

¡Monfragüe os espera!

#SomosPimentoneros

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